He sido bastante excéptica respecto al trabajo cooperativo.
En principio porque lo asimilaba a "trabajo en grupo" de cuando yo estudiaba y solía ocurrir que siempre estaban quienes trabajaban y eran responsables y quienes vivían del trabajo de los demás.
En cierto modo, aún ocurre algo así, puesto que aunque el trabajo esté repartido si uno de los miembros del grupo no hace su trabajo ello repercute negativamente en el propio trabajo y ahí está la cuestión: Hoy había que traer las cartulinas y "fulanito" se ha olvidado. "Menganita" no pudo quedar ayer para terminarlo...etc.
Al final veo que, por sencilla que sea la tarea que se encomiende, siempre son las mismas personas las que se olvidan, no pueden o no consideran que sea importante porque como no es un examen...Ante esto siempre es necesario dejar más tiempo y ser flexibles y no siempre funciona.
A este respecto debo explicar una y otra vez que "son tareas evaluables exactamente igual que si se tratara de un examen" que independientemente de lo que el grupo haga las notas no serán iguales, puesto que habrá rúbricas y evidencias suficientes como para valorar a cada uno...etc.
Sin embargo, he de decir que son muchas menos veces las que no funciona que las que sí. El trabajo cooperativo, permite que alumn@s con diferentes capacidades saquen adelante un trabajo compartido. En la mayoría de los casos el saber que de su actuación depende la nota de su grupo los hace responsabilizarse de su trabajo más que cuando el trabajo se plantea de forma individual. A veces la competitividad bien entendida permite que alumn@s con diferentes ritmos de aprendizaje se integren a través del trabajo en el grupo-clase. La socialización juega a favor en la mayoría de los casos.
Otra estrategia que funciona bien es el hecho de que ellos mismos se evalúen y evalúen a los demás. Por regla general suelen ser bastante honestos.
Durante la pandemia esta situación no ha sido exactamente la misma, puesto que el acceso a medios tecnológicos no era el mismo para todos. Hemos graduado las actividades por nivel y ellos elegían su propio nivel, hemos priorizado las actividades individuales, aunque se han sugerido posibilidades para hacer algunas en parejas o en grupos de tres. La mayoría ha optado por presentarla de forma individual. Sin embargo, cuando hemos publicado el trabajo de los compañeros han sido participativos.
Creo que si están muy bien organizadas las tareas y las actividades es una herramienta muy útil, aunque no hay que abusar de ella.
Con respecto a los compañeros sí hemos realizado algunas actividades interdisciplinares, pero es una práctica que, al no estar muy extendida, cuesta llevarla a cabo. Fundamentalmente por la falta de tiempo para coordinarnos. Normalmente una persona plantea una actividad y los demás se van dejando llevar sin saber muy bien cómo integrarla en su programación o propuesta didáctica.
Creo que es necesario contar con más tiempo para poder hacer, sin embargo, muchas veces nuestro trabajo se centra más en la burocracia que en poder llevar a cabo propuestas consensuadas e innovadoras.